Llovió y broto el pus del Ayuntamiento de Veracruz

Ramirez Baqueiro Astrolabio Politico

Astrolabio Politico

Astrolabio Político   Luis Ramírez Baqueiro

 “La maldad no necesita razones, le basta con un pretexto.” – Johann W. Goethe.

 Y como siempre bastó una hora para que la desgracia se hiciera presente. Eso precisamente ocurrió en el puerto de Veracruz en donde quedó en evidencia la falta total de interés de las Autoridades Municipales por ejecutar acciones de prevención desazolvando las alcantarillas de las zonas más propensas a inundarse.

Lo ocurrido en la calle Icazo junto al Sardinero es una problemática de años, a la que las autoridades municipales jamás le han puesto atención, pero está de Patricia Lobeira mucho menos.

O la mega inundación del Mercado Malibrán en lo que es un vaso regulador, que año, con año saben se inundará y en donde se requiere máxima atención.

Basta con caminar las zonas para contemplar baches, basura, hoyos por doquier como parte del paisaje urbano.

Pero prefirieron traer a Ricky Martín y gastarse 23 millones de pesos en su presentación, porque según esto redituaría en millones de pesos de derrama económica por concepto de turismo durante el periodo fallido de un Carnaval del Centenario que solo se salvó gracias a la presencia de la hija pródiga Yuri, que fuera su reina.

Pero volviendo a lo importante, el abandonó, la indiferencia y los evidentes contubernios económicos con el denominado Grupo MAS responsable de la operación del servicio de agua potable y de la red hidráulica en la conurbación, quedaron expuestos por el paso de la Onda Tropical No. 8 que hizo brotar el pus de la corrupción.

Con estos hechos que tienen “encabronadísima” a la población porteña se esperaría que la titular del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, Delia González Cobos deje de andar correteando senadores electos y en funciones-como lo hizo en el pasado Foro de Justicia que realizará la SCJN en la Universidad Anáhuac de Xalapa- para buscar el manto protector ante lo que sabe le espera.

Y es que esta funcionaria, junto a la Fiscal Verónica Hernández Giandáns son las responsables directas de que no prosperen las denuncias por desvío de recursos en las pasadas administraciones porteñas y en la actual de la que se sabe también que las cuentas nomás no cuadran.

Una hora bastó para evidenciar la corrupción de una administración frívola, clasista, racista y muy pero muy indiferente a lo que sufre y demanda la sociedad porteña, ¿cuánto tiempo necesitarán estas dos funcionarias estatales para castigar a los responsables de estas omisiones que pueden costar vidas?

¿Cuánto? Es pregunta.

¿Por qué acaso estas zonas no están incluidas en su Atlas Municipal de Riesgo? ¿acaso no presupuestaron dinero para mantenimiento en el desazolve de la red hidráulica? ¿de no haberlo hecho, la omisión no lo exime de la culpa o sí?

La ciudadanía expectante se prepara para cobrarlas todas en el próximo proceso electoral municipal del 2025, en donde por cierto desde ahorita se lo adelantamos, van a perder.

 

Al tiempo.

 

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