A LA CRUDA REALIDAD

Gilberto Haaz Diez

Acertijos

Acertijos    Giberto Haaz Diez
Y cuando despertaron, ya no estaba el Patrón. Camelot
Ahora a lo nuestro, en Veracruz comenzarán las campañas por las alcaldías estatales, 212 alcaldes y 212 síndicos y 630 regidores, que prometen portarse bien y no meterle la faca a los dineros que son del pueblo, y un montón de advenedizos que quieren chambear allí, donde las sagradas nóminas dan gusto a sus hijos preclaros.
EL AGUACATE HASS
Guardo de mi viaje a Madrid, la excelente revista El País Semanal, los domingos nos ilustra con grandes reportajes y los mejores comentaristas columnistas de ese diario. El domingo suele valer el periódico 3.50 euros, 50 centavitos más que lo normal. Pero los vale. En el vuelo de 10 horas de regreso, arriba del Boeing de Aeroméxico, un vuelo excelente con la atención de las aeromozas que son extraordinarias, pues a todas horas te atienden y te dan de comer frituras, cacahuatitos y papitas y lo que se antoje,  solo es ir a la cola del avión, donde tienen el café y allí te las apañas, totalmente gratis, en lo que llega la hora de la otra comida, suelen dar el desayuno cuando llevas volando una hora y la comida un par de horas antes de aterrizar. Allí me enchufé con la revista y me enteré de Planeta Aguacate, “La fruta que hace girar al mundo. Cuando llegó a mediados del Siglo XIX a EUU, los gringos le auguraban un rotundo fracaso, la llamaron Pera caimán, otros, Avocado. Pero un día llegó Rudolf Hass (ese seguro era mi tío bisabuelo) y dio con una variedad que llevaría su nombre, de allí que lo llamen en México y el mundo: Aguacate Hass. Era negro y feo y no tenía futuro, pero Rudolf, que era cartero, encontró una semilla y el árbol creció y dio un aguacate perrón, era más dulce y de textura más mantecosa. Hoy ocupa el 95% del comercio global. Y tiene muchos imitadores, pero el mexicano es mexicano. En 2030 será la fruta más comercializada del planeta, superando los 3.2 millones de toneladas.
Si hay Súper Bowl y no hay aguacates, como ahora espantó el rey de los aranceles, Donald Trump, pues la fiesta no es grande sin los aguacates. Es michoacano y sigue reinando por los siglos de los siglos. Rudolph Hass murió 17 años después de su hallazgo, habiendo ganado apenas 4 mil 800 dólares con las semillas de esta variedad de aguacates”.
Pero sus herederos y quienes lo cultivan en Michoacán, viven vidas plena y su único rival y peligro son los narcos que les han fijado cuotas en México para poder dejarlos vender a su antojo. Eso por aquello de los abrazos y no balazos, pero parece que el Eliot Ness mexicano, Omar García Harfucht ya les puso un alto.
Estados Unidos, especialmente en forma de guacamole. Se estima que se consumen en el Súper Bowl solamente, alrededor de 35,000 toneladas de guacamole, lo que equivale a unos 110,000 toneladas de aguacate. México es el principal proveedor de aguacates para Estados Unidos, exportando grandes cantidades para este evento.
Hay ocasiones que el precio se dispara. Ahora mismo mando a comprar a Rovianda Orizaba, donde venden uno de buena calidad, cuatro aguacates y me costaron 203 pesotes. Caro, pero los vale.
Larga vida al aguacate Hass.