Ajuste fiscal: ¿misión imposible? 08 de julio de 2024

Marco A. Mares

Opinion

Opinión Marco A. Mares

El mayor reto para el gobierno de Claudia Sheinbaum en materia de finanzas públicas, será el de realizar un tremendo ajuste fiscal de entre 3 y 3.5%, en su primer año de gobierno.

La proyección de reducción del déficit fiscal que hizo el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, fue de 3%.

Sin embargo, en días recientes, frente a los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que preside Francisco Cervantes, la virtual Presidenta de México, dijo que la reducción de déficit (que heredará del gobierno de Andrés Manuel López Obrador), será de 3.5%.

Sea de 3 o 3.5%, la realidad es que un ajuste fiscal de esa dimensión, es un reto mayúsculo.

Y sólo podrá lograrse, opinan la mayoría de los analistas por dos vías: 1.-Aumentando la deuda; ó 2.- Recortando el gasto.

Debe considerarse un elemento adicional: la próxima Jefa del Ejecutivo ha dicho y reiterado infinidad de ocasiones, que no realizará una reforma fiscal.

Y una circunstancia muy probable: que las tasas de crecimiento –cuyas proyecciones no oficiales están siendo revisadas a la baja– sean menores a las proyectadas.

La permanencia de Ramírez de la O., como responsable de las finanzas públicas, tiene el propósito de generar confianza.

Sin embargo, tanto la posible aprobación de la Reforma Judicial, como la duda sobre la posibilidad de realizar el ajuste fiscal comprometido, son dos de los elementos que más incertidumbre y nerviosismo están generando.

Frente a tales hechos y probables circunstancias, reducir el déficit fiscal en los términos en los que se ha planteado, parece una “misión imposible”.

En el gobierno federal, priva el optimismo. El Presidente de México ha dicho que México registra un milagro económico.

El secretario de Hacienda y el subsecretario del ramo, Gabriel Yorio, han resaltado el buen comportamiento de la economía y la salud de las finanzas públicas.

Yorio publicó en la red X los 10 puntos más relevantes para el primer trimestre de 2024:

1.- crecimiento anual del 2.0%, supera (dice el funcionario) todas las expectativas.

2.-Creación de 500 mil empleos y reducción de la tasa de informalidad.

3.- La deuda pública se redujo al 45.5% del PIB, un nivel sostenible (afirma).

4.- Deuda externa disminuyó del 21% al 16%; gestión financiera prudente y efectiva.

5.- Ahorro de 40,000 millones de pesos en el costo financiero de la deuda.

6.- Recaudación tributaria aumentó 3.4% sin incrementar o crear nuevos impuestos.

7.- La inversión en infraestructura aumentó 23%; se aceleró la conclusión de los proyectos de infraestructura.

8.- El peso se mantuvo estable en torno a las 17 unidades por dólar; refleja (apunta el funcionario) la estabilidad económica del país.

9.-La inflación continuó su tendencia descendente; se ubicó en 4.6%.

10.- La Inversión Directa Mexicana, alcanzó cerca de 400 mil millones de dólares, diez veces más que la Inversión Extranjera Directa en 2023.

Yorio asegura que con estos resultados, México inicia 2024 mostrando una economía fuerte y unas finanzas públicas en línea con lo aprobado por el Congreso.

Fuera del optimismo oficial, los analistas no gubernamentales observan con preocupación el ajuste que viene.

México Evalúa advierte que a pesar de que se recaudan cada vez más impuestos, los ingresos petroleros son también cada vez más escasos y las presiones de gasto no ceden.

Sugiere contar con una estrategia de ingreso y gasto que sea sostenible en el largo plazo, y que considere un menor dinamismo económico en 2025.

Sin una reforma fiscal que incremente los ingresos, la nueva Presidenta no tendrá otra solución que dar motosierra al gasto público.

El gobierno entrante de Claudia Sheinbaum plantea iniciar su mandato con un recorte del endeudamiento de 1.9% del PIB frente al aprobado para 2024. El organismo de análisis calcula que si los ingresos públicos aumentan, como anticipa Hacienda, el gasto neto del sector público tendría que recortarse en 5.5% o 516.1 mil millones de pesos frente al aprobado en 2024, lo que equivale a cortar de tajo todo el presupuesto de la Secretaría del Bienestar.

Si se tratara del gasto programable (aquel que el Gobierno tiene mayor control de modificar) el recorte tendría que ser de 7% o 471.6 mil millones de pesos, similar al presupuesto de la SEP.

Por su parte, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) observa que de mantenerse la inercia de gasto y deuda impuestos por el gobierno saliente y sin el fortalecimiento de las fuentes de ingresos públicos, la sostenibilidad de las finanzas públicas estaría en riesgo.

El ajuste fiscal que viene, impone tremendos retos al próximo gobierno. ¿Optará por recortar presupuesto en infraestructura?¿Cómo enfrentará el complejo problema que representa Pemex? Lo que es un hecho es que no afectará los programas sociales, por el contrario, los aumentará.

El ajuste fiscal, no se ve fácil. Hay quienes dicen que es una misión imposible. Veremos.